Busca con Google

COMO PROTEGER TU CASA CON JESUCRISTO

sábado, 28 de junio de 2008

LA PARÁBOLA DEL BUEN PASTOR

LAS PARÁBOLAS DE JESÚS

PROPÓSITO DE LAS PARÁBOLAS
(Marcos 4.10–12; Lucas 8:9–10)

10 Entonces, acercándose los discípulos, le preguntaron:
—¿Por qué les hablas por parábolas?
11 Él, respondiendo, les dijo:
—Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no les es dado,
12 pues a cualquiera que tiene, se le dará y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
13 Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden.
14 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo:
»“De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis,
15 porque el corazón de este pueblo se ha entorpecido, y con los oídos oyen pesadamente,
y han cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, ni oigan con los oídos,
ni con el corazón entiendan, ni se conviertan y yo los sane”.
16 »Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.
17 De cierto os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
Mateo 13:10-16.

LA PARÁBOLA DEL BUEN PASTOR

Juan 10:1–16.

1 »De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ese es ladrón y salteador.
2 Pero el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
3 A este abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre y las saca. 4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas lo siguen porque conocen su voz.
5 Pero al extraño no seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
6 Esta alegoría les dijo Jesús, pero ellos no entendieron qué era lo que les quería decir.
7 Volvió, pues, Jesús a decirles:
—De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores, pero no los oyeron las ovejas.
9 Yo soy la puerta: el que por mí entre será salvo; entrará y saldrá, y hallará pastos.
10 El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
11 »Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
12 Pero el asalariado, que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
13 Así que el asalariado huye porque es asalariado y no le importan las ovejas.
14 »Yo soy el buen pastor y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15así como el Padre me conoce y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
16 Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; a esas también debo atraer y oirán mi voz, y habrá un rebaño y un pastor.
17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida para volverla a tomar.
18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
19 Volvió a haber división entre los judíos por estas palabras.
20 Muchos de ellos decían:
—Demonio tiene y está fuera de sí. ¿Por qué lo oís?
21 Decían otros:
—Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos?

“Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12:31)
Que Dios te bendiga.
Un abrazo
Tu Amigo: Carlos Félix.

1 comentario:

fwieser dijo...

El pueblo requiere pastores que le guian. En Jesús encuentran el modelo los que tienen el carisma de líderes y el deseo de poner sus donees del Espíritu en servicio del pueblo.
Este, por su lado, tiene la libertad para examinar todo y a antenerse a lo que en consciencia considere bueno para llegar a una vida en plenitud.